Champiñones y trigueros salvajes con tenedor de plata
Con un solo gesto con la cabeza , comprendi que debía dejarlo todo y salir por la puerta del almacen de vinos al jardín. Aun de espaldas, sentía la mirada de desaprobación que penetraba en mi cuerpo, pero el corazón no quería hacer caso.
Por qué hay veces que las cosas que te llenan de vida o te hacen reir a carcajadas , no están permitidas , no están bien vistas, o no es lo correcto…..
Como un paseo en una mañana fresca con rayos de luz , con una persona que te hace sentirte viva ,no era lo que se espera de una chica de casa humilde y de un chico de casa señorial y pomposa.
Solo salimos a recoger champiñones del prado y esparragos trigueros de cerca de la orilla del Bidasoa.
En vez de entender a los mayores quizás sean ellos los que deberían aprender de nosotros.Recuperar esa energía que la juventud te da , esa silaba sencilla que dice SI , a la aventura ,al aprendizaje , a salir de esa zona acomodada que ya no aporta brillo….
Aunque llevaramos la guarnicion del segundo plato …a mi me esperaba una” buena” esta vez.
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